ANITA RODDICK: LA RADICAL

DETRÁS DE NUESTRO CHANGEMAKING*

La misión de The Body Shop es construir un mundo en el que las mujeres y las niñas realmente puedan triunfar. Donde con la confianza del Self-Love encuentren la fuerza suficiente para hablar y ser escuchadas de manera clara. Para nosotros es imposible celebrar el Día Internacional de la Mujer sin hablar de la mujer que condicionó nuestra manera de ser y de cómo enfocamos nuestro negocio. Nuestra fundadora, Dame Anita Roddick.


“Hagas lo que hagas, sé diferente: ese fue el consejo que me dio mi madre, y no puedo pensar en un consejo mejor para alguien emprendedor. Si eres diferente, destacarás.”.


Dame Anita Roddick


Anita era diferente. Realmente era un nervio, en el buen sentido: un huracán de energía con un gran corazón. Una mujer que, como es sabido, "nunca dejó de decir las cosas bien claras". Nunca tuvo un liderazgo "clásico como un hombre", nada más lejos de la realidad.
Desde el primer día, Dame Anita Roddick organizó todo nuestro negocio en torno a mejorar la vida de las mujeres en todo el mundo. Hizo campaña por las víctimas de la violencia doméstica cuando nadie le daba visibilidad al tema. Fue la pionera de nuestra iniciativa global de trabajo flexible: The Body Shop at Home. Inició nuestros inquebrantables lazos comerciales con las mujeres marginadas y alzó la voz en contra de los estereotipos estéticos en cuanto a los cuerpos, décadas antes de que el tema ganara popularidad.


Creemos que las personas tienen el poder de cambiar la sociedad, la bondad y el optimismo de Anita por la humanidad están presentes en nuestra filosofía. Su determinación corre por nuestras venas.


No todos los que trabajan en The Body Shop tuvieron la suerte de trabajar con Dame Anita, pero sí André Sand, Jenny Whitehorn y Chris Davis. Los tenemos juntos para que nos cuenten más sobre la mujer que plantó nuestras raíces activistas.

EL COMIENZO DEL VIAJE

Jenny Whitehorn se incorporó a The Body Shop como directora de formación en 1990. Dice “Un día estaba trabajando en la tienda cuando vi a una mujer de pelo rizado que se paseaba por la tienda abriendo todos los armarios y sacando cosas. Hablaba muy rápido y no paraba de hacer preguntas. De hecho, pensé que era una clienta de esas difíciles de tratar. Se acercó y me interrogó sobre todo lo que estaba haciendo.” Era su estilo. Desde los cargos más altos hasta el personal de las tiendas, "quería conocer bien a todo el mundo".

"Vi a esta mujer de pelo rizado dando vueltas por la tienda abriendo todos los armarios... Hablaba muy rápido y no paraba de hacer preguntas. Pensé que era una clienta de esas difíciles de tratar.”

André, que se incorporó como asistente de comunicación en 1995, recuerda sus divertidas reuniones: "Nunca eran aburridas: podía ser muy divertida y pícara con la gente... Era una agitadora, siempre dispuesta a debatir. Sabía perfectamente que esos debates mantenían el progreso vivo y en rumbo. Quería que todo el mundo, en cada nivel que trabajaba para ella estuviera comprometido y tuviera una opinión... A veces se dirigía a ti y te decía 'qué piensas' y esperaba que fueras sincero. Era muy curiosa, llena de vida.

“La única cosa que ella realmente valoraba de la gente era que fuera honesta. Odiaba el marketing del vender por vender".

Jenny afirma, “la única cosa que ella realmente valoraba de la gente era que fuera honesta. Odiaba el marketing del vender por vender. Buscaba la verdad y superaba los límites. No le gustaban las frases hechas, así que siempre decía "¿qué quieres decir?". Si alguien repetía como un loro el lenguaje del marketing. Podía distinguir instintivamente si lo decía creyendo en ello o sólo trataba de impresionarla".

ACTIVISMO, AL MODO ANITA

Dame Anita Roddick marcó la pauta de una forma de hacer negocios que antes no existía. Hablamos de luchas que obviamente no eran compatibles con la venta de cremas hidratantes, sobre todo en los años ochenta y noventa. El altruismo en los negocios se consideraba "en el mejor de los casos, escaso, y en el peor, profundamente sospechoso". Desde su legendaria lucha contra la experimentación con animales hasta su trabajo pionero en cuestiones medioambientales, o la lucha contra la crisis del VIH/sida, en The Body Shop siempre hemos hecho las cosas de forma diferente.


Para los nuevos empleados, como André, fue un bautismo de fuego: "La primera campaña en la que participó fue en 1995, cuando The Body Shop protestó en nombre de la población local contra las pruebas nucleares francesas en el océano Pacífico. Tenía 24 años y era nuevo en las relaciones públicas. Pensaba que había comenzado un trabajo en el que simplemente vendería geles.


“Recuerdo un momento en el que estaba sentada en un autocar con indígenas de Nueva Zelanda y Australia, con sus trajes culturales completos, lista para entregar nuestra petición al presidente francés, pensando: "No puedo creer que este sea mi trabajo". Fue la mejor manera de conocer el estilo de The Body Shop y de cómo se hacen las cosas. Este es el motivo por el cual me quedé durante 26 años.”


Chris Davis se unió al equipo hace 17 años y recuerda: "Anita tenía esa voluntad y capacidad para observar el mundo que la rodeaba, señalar los problemas que afectaban a las mujeres y decir: Nadie estaba hablando de esto lo suficiente. Tenemos que hacer algo ".

"Anita tenía esa voluntad y capacidad para observar el mundo que la rodeaba, señalar los problemas que afectaban a las mujeres y decir: Nadie estaba hablando de esto lo suficiente. Tenemos que hacer algo".


En 2004 realizamos una campaña contra la violencia doméstica en 50 países. Fue una de las mayores campañas contra la violencia doméstica que el mundo había visto. Chris dice: "Trabajé estrechamente con Anita planificando algunas de las acciones globales. Ahora me parece raro, pero entonces nadie hablaba de este tema. Tuvimos que trabajar estrechamente con la policía de Dubai y llevar a cabo la campaña a puerta cerrada en algunas de nuestras tiendas de Oriente Medio, donde la pena de muerte todavía era habitual".


El activismo de Anita podía ser político, pero había una compasión instintiva en todo lo que hacía. En 1989, empezó a aparecer en los medios de comunicación imágenes horribles de orfanatos rumanos llenos de niños abandonados al nacer. Jenny dice: "No hizo ninguna pregunta. Reunió a todos los miembros de la empresa que estaban dispuestos a viajar. Se metieron directamente en una furgoneta llena de cosas y condujeron durante días. Cualquier cosa que necesitaran esos niños, estaban preparados para proporcionarlas".


En 2007 Anita vendió la empresa a L'Oréal. Tenía 64 años, pero seguía desempeñando un papel activo en el negocio.


Todos recuerdan haber trabajado en la campaña contra el tráfico de personas que comenzó en 2009. Jenny dice: "Nunca olvidaré a algunas de las mujeres que conocimos y las historias que escuchamos. Tuvo un gran impacto en todos los involucrados. Incluso ahora, cada vez que veo a una joven en la esquina de la calle, siempre le pregunto si está bien".

“Nunca olvidaré a algunas de las mujeres que conocimos y las historias que escuchamos. Tuvo un gran impacto en todos los participantes. Incluso ahora, cada vez que veo a una chica joven en la esquina de la calle, siempre le pregunto si está bien.”

Nadie podía predecir que Anita no iba a aguantar el resto de la campaña contra el tráfico de personas. Murió muy repentinamente de una hemorragia cerebral aguda el 10 de septiembre de 2007. Chris dice: "Fue un golpe muy duro. Un día estaba en una habitación con ella trabajando en la estrategia, y al día siguiente ya no estaba".

Tras la terrible noticia, la campaña cobró más importancia que nunca. André dice: " El tráfico de personas fue la mayor petición de una campaña de derechos humanos de la historia. Fuimos a las Naciones Unidas en Ginebra, donde Anita había trabajado en derechos humanos, y entregamos más de 7 millones de peticiones al Consejo de Derechos Humanos de la ONU". Jenny añade: "Fue un momento enorme, habíamos trabajado mucho".

EL ACTIVISMO EN TODOS NOSOTROS

La muerte de Anita supuso una gran conmoción para la empresa. André dice: "No estábamos preparados. Era difícil pensar en The Body Shop sin ella. Pero sabíamos que teníamos que seguir luchando. Todos los miembros de la empresa que se sintieron afectados por su trabajo estaban decididos a continuar con el activismo que ella inició. Su conmemoración fue una locura. Todos caminamos, mejor dicho, hicimos una marcha hasta el Southbank de Londres. Llevábamos pancartas con la inscripción "I am an activist**". Entonces, de repente, nos detuvimos, se proyectó en el edificio de la sede de Shell un cartel que decía: "Shell is a villian***". Eso decía mucho sobre su legado".


MÁS GRANDE, MÁS VALIENTE Y MÁS AUDAZ

A medida que el mundo cambia y las exigencias evolucionan, nosotros también debemos hacerlo. La propia Anita dijo: "Creo que el liderazgo de una empresa debe animar a la siguiente generación no sólo a seguir lo ya hecho, sino a superarlo". Así que, en su honor, seguimos adelante.

“Se trata de trabajar para algo más grande que tú.”

André dice: "Lo que ha sobrevivido a Anita durante mucho tiempo y es algo de lo que me alegro que siga vivo en este negocio, es el orgullo de estar asociado a The Body Shop. Trabajamos para una empresa que invierte tiempo, dinero y recursos en el activismo. Se trata de trabajar para algo que es más grande que tú. Está en todas partes, la sensación de que la gente trabaja para un negocio que defiende algo".

• *** Shell is a villian- Shell es el villano
• **I am an activist- Soy activista
• *CHANGEMAKING- Que genera un cambio